 En el corazón de Dios Fr.Eusebio Gómez Navarro O.C.D Un señor tenía años buscando la verdad y la felicidad. Un día, durante la oración, Dios le dijo: Sentado en las grandas de la iglesia hay un mendigo, que puede indicarte el camino a la verdad y a la felicidad. El Señor fue, y encontró al mendigo. Entre los dos se entabló el diàlogo siguiente: “Buenos días”, dijo el señor. “Estando con Dios-contestó el mendigo-todos los días son buenos”. “¿Eres feliz?”. “Soy el hombre más feliz del mundo”. “¿No tienes problemas ni preocupaciones?”. “ Sí, tengo problemas; pero ya sea en la buena como en la mala suerte vivo siempre entre los brazos de Dios”. “¿De donde vienes?”. “Vengo de Dios”. “¿A dónde vas?”. “Voy a Dios” “Y a Dios ¿Dónde lo encuentras?”. “ No soy yo el que encuentra a Dios; es Dios quien me encuentra a mí”. “Pero, ¿Dónde está Dios?”. “Dios vive en todos aquellos que confían en Él y le quieren” “¿Quién eres tú?”. “Soy un rey”. “Pero ¿Dónde está tu reino?”. “Está aquí en mi corazón, y en el corazón de Dios”. J. Tablero ************************* Dios busca y ama al ser humano, infinitamente más que éste a Dios. Quien lo ha descubierto como amor, es feliz, no tiene problemas ni preocupaciones, ya que tiene conciencia de que viene de Dios, vive en su corazón y a Él ha de ir. Dios ha regalado los ojos de la fe para poder descubrirlo. No por mucho estudiar y viajar se encuentra al verdadero Dios, la verdad, la felicidad, el amor. Son precisamente, los pobres, los sencillos los mendigos quienes descubren al Dios amor, cercano, dispuesto a amar y perdonar siempre y lo dan a conocer a los otros. Dios es amor. Así se nos muestra en la Biblia. Dios es amor y ama todo lo que ha creado, nada de lo que ha hecho aborrece (Sab 11m23); mas es el ser humano el privilegiado, la niña de sus ojos: “Cual la ternura de un padre para con sus hijos así de tierno es Yahvé para quienes le temen (Sal 103,13). “Dios es amor o no es nada, decía el abate Pierre, porque el amor lo es todo”. Él lo había descubierto en la tierra. Sin embargo, Titov, cosmonauta ruso, afirmó tras su proeza espacial: “ Me he paseado por el cielo. Estaba vacío. No vi a Dios”. Dios es amor. El que no ama es porque no lo ha visto, ni lo ha conocido. “El que está en el amor está en Dios, y Dios en él” (1Jn 4,16). Dios vive en el corazón de aquel que desea vivir con Él. Quien lo ha descubierto como el Dios amor: ama, es feliz y para Él son buenos todos los días de su vida. |
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