MI MEMORIA HISTORICA

LOS RECUERDOS DE MI PATRIA CHICA
En mi pueblo los carmelitas se tomaron muy a pecho, la necesidad de integrar a los más posibles y trabajaron de verdad y de corazón por elevar el nivel cultural del pueblo.
Las grandes familias socialistas entre ellas las de Miguel Boyer, vinieron a vivir a Puertollano, es curioso pero providencialmente buscaron el apoyo de mi abuelo, que sin ser de izquierdas, sino una bella persona, comprendió aquello de que la amistad está por encima de las ideas políticas, y que había que poner el granito de arena y quererse, se hizo un gran amigo de toda la familia de Miguel que venía por la fabrica en busca del calzado, el abuelo les quiso mucho, y mi madre recuerda lo mucho que jugaba con mi Miguel y sus hermanos en el jardín de la casa.
También recordamos con cariño a otro de los grandes socialistas de Ciudad Real, D. Javier Paulino Perez, que nos dejaba hasta su casa de la playa y nos operaba en Almodovar, para no movernos, independientemente de sus ideas políticas, le hemos querido de corazón y su familia es y será para nosotros muy muy querida.
La memoria histórica tiene que ser eso, hubo muchas personas que como mi familia nunca se pusieron ningún uniforme, pero estuvieron ahí poniendo su granito de arena para buscar la armonía entre todos, las medallas que si las hubo, me refiero a mi padre, estaban en el fondo de los armarios y jamás les oíamos hablar de esas cosas... hacían lo que tenían que hacer... desde su sitio ayudaban y daban cariño a todos. Quizá por eso ellos trabajaron para darme a mi una formación lo más rápida posible, para que pudiera dar catequesis, junto con las religiosas y los carmelitas a la parte alta del pueblo, y con 10 años me embarcaron en esa aventura, sabiendo que nadie me haría daño, cosa complicada por otra parte ya que me he enterado que por allí, un poco antes habían apedreado a los padres carmelitas...
Claro que si mi padre y mi abuelo lo hacían muy bien, era muy importante que yo también fuera una gran evangelizadora, yo lo sabía ya que se me dijo... aprendí a dar muchisimo cariño, y trabaje muy duro por ser querida, lo importante no era que yo enseñara cuatro oraciones de memorieta, lo importante es que yo evangelizara desde mi fe... que llegara al corazón.