¡QUERIDISIMO PADRE!
Ya estáis en el cielo gozando de la presencia de Dios, recuerdo como Dios quiso que Vos os desahogarais largo y tendido en mi presencia sobre las distintas problematicas del Carmelo, yo en un profundo silencio os escuchaba sin intentar perder un ápice de lo que Dios me quería decir por medio de vuestra persona. Con el paso de el tiempo las cosas se van borrando de nuestra memoria, va quedando eso si la sustancia de los temas tratados, imperfectos quizá por estar teñidos de la mentalidad humana. Ahora estas gozando de Dios, y desde su sabiduría comprendes mejor los por donde del carmelo, es por eso querido mio que te suplico traigas a mi pensamiento todo aquello que sea lo más conveniente para el Carmelo, a fin y al cabo padre mio... soy la única niña del pueblo... a la que hicisteis que aprendiera a leer y a escribir en la casa primitiva de los carmelitas delcalzos, fue providencial que se trasladara a vivir allí D. Manuel Roldan y su mujer D. Antonia, sin lo cual no hubiera sido posible; es Curioso pero permanecieron allí ese año y medio y poco más, después ellos se marcharon a vivir a Valencia, tenia yo 5 años, fue un paréntesis en mi vida, ya que luego volví a las Agustinas con mis hermanas y las demás niñas, todo lo que se hacia conmigo lo sabias, y querías que se me educara para la vida activa con el mismo esmero que se educo a mi tía para la vida contemplativa, 5 años duró la formación especializada a la que fue sometida mi tía antes de entrar en el Carmelo, apostasteis por las dos, ayudanos a ambas para que seamos, grandes Mujeres y Grandes Personas...
en vísperas de la fiesta del Carmen, un abrazo cordial, Gracia.
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