Hace una año...
03-07-2007
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(CAMINEO.INFO) -Valencia/ESPAÑA- Hoy hace un año vivíamos el día más trágico que ser recuerde en Valencia. Sobre las 13 horas en la estación de Jesús, descarrilaba un convoy del Metro de Valencia, dejando 43 muertos en las vías del subterráneo.
Recuerdo aquella mañana, días previos y algo nervioso por la venida del Papa a Valencia; estaba en la sala polivalente del Museo Príncipe Felipe de la Ciudad de las Artes de Valencia, donde se encontraba la oficina de Prensa del V Encuentro.
Sonó mi movil, era mi hermana mayor, me preguntaba por cada uno de mis hermanos y amigos, si sabía donde se encontraban cada uno. Intuí algo extraño, enseguida me dijo que la línea de mi localidad había sufrido un accidente en la estación de Jesús.
El móvil no dejó de sonar: llamadas a familiares, amigos, conocidos... todos queríamos saber dónde se encontraban para comprobar que estaban bien.
Pronto las malas noticias empezaron a llegarnos y se hablaban de muertos... muchos...
Al estar en el gabinete de prensa, las notícias nos llegaban antes que a los demás, y el golpe era mucho más duro.
Recuerdo el momento que dijerón que la mayoría de muertos eran de mi ciudad.
Desgraciadamente conocía a personas entre los fallecidos. La ciudad vivía el episodio más triste de su historia más reciente.
Hoy, un año después nuestro recuerdo y esperanza está en Cristo Resucitado, en Cristo Salvador, en Cristo vivo. La separación humana duele, pero la esperanza de estar al lado del Padre es nuestro sentido de creyente. No existe la resurrección sin la muerte. Ni la vida eterna sin perder la terrena.
Mis oraciones por todos los familiares de los difuntos.
ME UNO DE TODO CORAZÓN, GRACIA PORRAS.
Recuerdo aquella mañana, días previos y algo nervioso por la venida del Papa a Valencia; estaba en la sala polivalente del Museo Príncipe Felipe de la Ciudad de las Artes de Valencia, donde se encontraba la oficina de Prensa del V Encuentro.
Sonó mi movil, era mi hermana mayor, me preguntaba por cada uno de mis hermanos y amigos, si sabía donde se encontraban cada uno. Intuí algo extraño, enseguida me dijo que la línea de mi localidad había sufrido un accidente en la estación de Jesús.
El móvil no dejó de sonar: llamadas a familiares, amigos, conocidos... todos queríamos saber dónde se encontraban para comprobar que estaban bien.
Pronto las malas noticias empezaron a llegarnos y se hablaban de muertos... muchos...
Al estar en el gabinete de prensa, las notícias nos llegaban antes que a los demás, y el golpe era mucho más duro.
Recuerdo el momento que dijerón que la mayoría de muertos eran de mi ciudad.
Desgraciadamente conocía a personas entre los fallecidos. La ciudad vivía el episodio más triste de su historia más reciente.
Hoy, un año después nuestro recuerdo y esperanza está en Cristo Resucitado, en Cristo Salvador, en Cristo vivo. La separación humana duele, pero la esperanza de estar al lado del Padre es nuestro sentido de creyente. No existe la resurrección sin la muerte. Ni la vida eterna sin perder la terrena.
Mis oraciones por todos los familiares de los difuntos.
ME UNO DE TODO CORAZÓN, GRACIA PORRAS.
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